El concepto de inteligencia tiene muchas connotaciones. En este blog no exploraré el concepto en sí, pero sí tomaré los componentes comunmente aceptados como parte de lo que se alude cuando se habla de inteligencia. Claro que en este caso haré referencia a aquellos animales que exhiben algún o algunos componentes de inteligencia. Y así, poco a poco, espero compilar un catálogo de casos aceptados y verificados de animales que han demostrado al menos un aspecto de inteligencia, hasta que haya tanta evidencia que sea obvia la existencia de la inteligencia animal aun para aquellas personas que todavía tengan dudas al respecto.
Empezaré con uno de los componentes esenciales de lo que llamamos inteligencia, o sea la capacidad de adquirir y entender un lenguaje, ya sea verbal o por señas. Creo que la mayoría de nosotros hemos visto como ciertos animales domesticados han aprendido algunas palabras que usamos para controlarlos. Cuando le damos un nombre a nuestras mascotas en gran parte es con el propósito de hacerlas venir cuando las llamamos. Y mucha gente es capaz de enseñarle a sus perros algunos comandos básicos como "siéntate", "acuéstate", "busca", etc. Pero ¿qué diríamos de una mascota que ha aprendido no sólo esto, sino más de mil palabras?
Hubo muchas noticias el año pasado acerca de la inteligencia en animales, pero una de ellas fue tan sorprendente que cuando la volví a leer este día de Reyes supe que tenía la historia ideal para iniciar este blog. El reporte de una muy inteligente perra border collie llamada Chaser demuestra la capacidad de un animal de adquirir y entender lenguaje a un grado comparable con los niños.
El 6 de enero leí en el Toronto Star (en la segunda página de la primera sección) que si Chaser no es la perra más inteligente del mundo, sí es la que tiene el vocabulario más amplio, pues conoce un poco más de mil palabras (1,022 para ser precisos). Los detalles los pueden leer en “Border Collie knows over 1,000 words”.
Entre otras cosas, se reportó que su dueño, un profesor de psicología ya jubilado, el Dr. John Pilley, se dedicó tres años a enseñarle a ésta border collie los nombres propios de un buen número de objetos. Sus resultados se han publicado en forma conjunta por J. Pilley y Alliston K. Reid en la respetable revista Behavioural Processes, bajo el artículo académico “Border collie comprehends object names as verbal referents”. En el resumen que se hace en ese artículo se dice que Chaser adquirió la comprensión referencial de los sustantivos, lo cual es una habilidad normalmente atribuída a los niños. Los tres aspectos más importantes de este estudio es que se ha comprobado que Chaser ha demostrado un conocimiento de que las palabras pueden referirse a objetos, conocimiento de señales verbales para asignar palabras al objeto en referencia y conocimiento de que los nombres dados se pueden referir a objetos únicos o a categorías de objetos, en forma independiente de los comandos o conductas dirigidas hacia esos objetos. En otras palabras, ella aprendió sustantivos comunes que representan categorías además de demostrar un entendimiento referencial de sustantivos. Este último concepto de “referential understanding of nouns” no lo entiendo completamente, pero me suena importante. Tan pronto encuentre una definición formal de esta frase, la añadiré aquí.
También hay un video en YouTube de 8 minutos de duración, filmado en Junio, 2009 (el cual ha tenido buen éxito por cierto), en donde se puede ver Chaser participando en estos experimentos diseñados por su amo, el Dr. Pilley.
Un detalle interesante de todo esto, es que gracias a un artículo que se publicó en la reconocida revista Science, titulado ‘World Learning in a Domestic Dog: Evidence for “Fast Mapping”’ el profesor Pilley se enteró del experimento con otro perro border collie, llamado Rico que aprendió los nombres de más de 200 objetos, los cuales podía identificar correctamente cuando se le pedía que trajera alguno. (El artículo de Science es de acceso gratuito, pero uno debe registrarse en el sitio primero para poder accesarlo). Gracias a ese reporte, el profesor Pilley decidió entrenar a su propia collie para ver cómo respondería y claro que él mismo se sorprendió con los resultados.
Por cierto, el material de soporte en línea del artículo en Science, tiene un video clip de la primera sesión en donde se le enseñó a Rico los nombres de 2 objetos familiares, un dinosaurio azul (“tyrex”) y una muñeca roja (weihnachtsmann”), ya que Rico y sus dueños vivían en Alemania. Se puede accesar la descripción del entrenamiento, así como un pequeño y corto video clip de Rico en la página "Word Learning in a Domestic Dog: Supporting Online Material | Science AAAS" (esta página se puede accesar directamente, sin necesidad de registro).
Ya para terminar, una graciosa imagen que se me ha quedado grabada de esta historia es la del profesor Pilley quien le dijo a la reportera del Toronto Star que “se tiene que ir a acostar a las 8 pm, para poder descansar de Chaser” ya que su mascota tiene tanto entusiasmo por aprender que lo cansa de más… Como bien dice él al final, “la capacidad mental de los border collies, y quizás de todos los perros, es más grande de lo que creíamos. El perro es capaz de gran aprendizaje con un entrenamiento extensivo”.
and what about experiments in elephants...?
ResponderBorrartry this:
http://www.npr.org/blogs/krulwich/2011/03/16/134540633/gotcha-elephant-caught-cheating?sc=nl&cc=es-20110320
you will be not only surprised
but amazed..!
gm
¡Muchas gracias por la referencia en tu comentario Gerardo!
ResponderBorrarSí sabía de este experimento pues lo reportaron en el programa de Daily Planet, pero no sabía donde podría ver los videos y el reporte, que están muy buenos, por cierto.
Muchas gracias de nuevo por compartir este material tan interesante y relevante...